Thomas Mann, a 144 años de su nacimiento

Por: Andrea Alejandra Villegas

Alemania.- Paul Thomas Mann nació el 6 de junio de 1875 en una acaudalada familia de Lübeck, un estado federado del Imperio alemán.

Considerado uno de los escritores europeos más importantes de su generación, Thomas Mann plasmó un profundo análisis crítico que desarrolló en torno al alma europea y alemana en la primera mitad del siglo XX. Para ello tomó como referencias principales a la Biblia a Goethe, Freud, Nietzsche y Schopenhauer.

Estudió lenguas modernas, sin embargo no era buen estudiante y aún sin acabar el bachillerato empezó a escribir, primero poesía y luego pequeños relatos, posteriormente, reseñas de lecturas. Luego colaboró en revistas.

Mann adquirió importante prestigio antes de la Primera Guerra Mundial, y fue entonces cuando publicó ‘La muerte en Venecia’. Como consecuencia tuvo una mejor situación social y pudo construir una casa de verano y una mansión familiar en Munich.

A diferencia de muchos escritores, Thomas Mann pudo disfrutar de su obra, verla publicada y vivir de ello; Sus novelas más importantes son La muerte en Venecia, Doctor Faustus, José y sus hermanos, Carlota en Weimar, El elegido, el cisne negro o Confesiones de un estafador.

Pero, su obra más significativa es La montaña mágica, en ella, mezcla temas distintos, como la enfermedad, la muerte, la estética o la política que se vivían en aquella época, siempre con una postura crítica.

Influencia de Nietzche en La Montaña Mágica

Según el mismo autor en la introducción a la novela, la idea inicial de La montaña mágica se le ocurrió a raíz de la estancia de su esposa, Katia, en el Sanatorio Wald de Davos, en 1912. En varias cartas, ella informó detalladamente a su esposo de su vida cotidiana en la institución.

Mann visitó a su esposa durante una temporada y pudo conocer por sí mismo el funcionamiento de la institución. Como escribió la propia Katia:

“Me visitó en Davos, y su llegada fue, sin duda, similar a la de Hans Castorp. Él también se bajó del tren en Davos-Dorf y yo me reuní con él, tal y como hizo el primo de Castorp, Ziemssen. Subimos al sanatorio, y ahí hablamos incesantemente, como los primos […] Le señalé a los tipos varios que ya le había descrito, y luego los incorporó a su novela, simplemente cambiando los nombres”.

En la novela, se dedican muchas páginas sobre la enfermedad, la muerte, la estética o la política. En ella se observa un vasto fresco del decadente modo de vida de la burguesía europea en los años anteriores a la Primera Guerra Mundial.

La influencia de Nietzche en Mann es perceptible a lo largo de toda su obra, especialmente en lo referente a las ideas sobre la decadencia y las relaciones entre la enfermedad y la creatividad.

La «superación» a que alude Mann en la introducción de La montaña mágica y la apertura a un mundo nuevo de posibilidades que se abren ante su protagonista, se producen en un contexto de enfermedad, como es un sanatorio de montaña.

Sobre la muerte y la enfermedad en su novela, Thomas Mann comenta:

Lo que ha aprendido a entender [Castorp] es que toda salud superior tiene que pasar por la profunda experiencia de la enfermedad y la muerte […]. Hacia la vida, le dice en una ocasión Hans Castorp a Madame Chauchat, hacia la vida hay dos caminos: uno es el habitual, directo y formal. El otro es malo, lleva sobre la muerte, y ese es el camino genial. Esa concepción de la enfermedad y la muerte como un paso necesario hacia el saber, la salud y la vida, convierte La montaña mágica en una novela de iniciación.

Ganador del Premio Nobel en 1929

Aunque su novela más impactante fue la mencionada anteriormente, el escritor consiguió el Premio Nobel en 1929 por la publicación de Los Buddenbrook, en 1901, la cual tuvo un éxito rotundo, y en 1929 ya se habían vendido más de 185 000 ejemplares solo en ediciones en lengua alemana.

Los Buddenbrook narra la decadencia de una próspera familia de comerciantes de Lübeck entre los años 1835 y 1877, abarcando cuatro generaciones de la familia.

Mann, filósofo adelantado a su época, en la atmósfera de mayor libertad de los años de Weimar, se pronunció públicamente con gran perseverancia sobre temas relacionados con la homosexualidad, hasta llegó a firmar una petición al Reichstag para que se revocara su penalización.

En su final, y durante su último año de vida, Thomas Mann escribió un ensayo sobre Schiller para conmemorar el 150 aniversario de su muerte. Murió el 12 de agosto de 1955 a sus 80 años en Suiza.