La muerte y la lucha social, dos miradas sobre la migración en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo

  • Más que un muro, exposición fotográfica de David Bacon, y la instalación Terreno hostil 94, de Jason De León, permanecerán hasta octubre
  • El recinto acoge ambas muestras en el marco del primer Encuentro Internacional sobre Movilidad Humana

Por: Crew Átomos

Fotos: Cortesía

La imagen de una cruz en el cementerio de Holtville, en California, Estados Unidos, con la leyenda “No olvidados”, con la que activistas religiosos reconocen a los migrantes muertos sin identidad, recibe al público de la exposición Más que un muro, de David Bacon, en diálogo con la instalación Terreno hostil 94, de Jason De León, la cual también busca reivindicar miles de historias abandonadas en el desierto.

 

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Museo Nacional de las Culturas del Mundo (MNCM), acoge ambas muestras en el marco del primer Encuentro Internacional sobre Movilidad Humana, organizado por la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas, de la Secretaría de Gobernación (Segob).

 

Durante la inauguración, la directora del MNCM, Alejandra Gómez Colorado, manifestó que, desde hace años, este recinto complementa su discurso histórico y etnográfico con reflexiones que vienen desde la fotografía y el arte contemporáneo. Una línea acorde con el trabajo de Bacon y De León, “dos expresiones duras y crudas de la vida que transcurre de uno y otro lado de la frontera México-Estados Unidos”.

 

Ambas obras, una fotográfica y una instalación de mapas, dijo por su parte la jefa de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas, de la Segob, Rocío González Higuera, permiten acercarse a las historias, retos, éxitos y fracasos de cada persona que migra, desde dos puntos:

 

“El primero, la protección de la memoria contra el paso del tiempo, es decir, colocar la lente y los sentimiento sobre objetos y personas que nos permiten evocar que la frontera es un cúmulo de historias en desarrollo; el segundo, es la expresión de posturas frente a los procesos de movilidad, particularmente la migración irregular”.

 

Bacon y De León expusieron que ambos montajes representan solo una parte de investigaciones de largo alcance que, en algunos casos, se han traducido en libros. Más que un muro, editado por El Colegio de la Frontera Norte, y La tierra de las tumbas abiertas: vivir y morir en el tránsito migrante.

 

Bacon, fotógrafo, escritor y activista social, comenzó a documentar las vidas y los movimientos sociales de migrantes, trabajadores agrícolas y comunidades afectadas por la globalización, hace casi cuatro décadas. De León, profesor de antropología y estudios chicanos en la Universidad de California, en Los Ángeles, es director ejecutivo del Proyecto de Migración Indocumentada, que intenta concienciar sobre estos temas desde la investigación, el arte y la educación.

 

El fotógrafo detalló que su aproximación a estas realidades inició en 1986, siendo trabajador de una fábrica y sindicalista con United Farm Workers. A lo largo de este tiempo, indicó, ha podido registrar cómo la política migratoria implementada por su país devino en una “política de muerte”, al orillar a quienes buscan el sueño americano a transitar por sitios peligrosos como el desierto de Sonora-Arizona.

 

Al respecto, De León comentó que Terreno hostil 94 aborda, con sumo respeto, el sufrimiento que provoca la implementación de la política de “Prevención a través de la disuasión”, la cual entró en vigencia en 1994, durante el gobierno de Bill Clinton.

 

La instalación consiste en un mapa a escala de la línea fronteriza que atraviesa el desierto de Sonora-Arizona, en la cual se ubican con exactitud 4,000 etiquetas forenses de restos recuperados de personas identificadas, y casi 2,000 de personas sin identificar. El visitante debe llenar estas fichas, acto que conmemora por unos instantes esas vidas perdidas en la arena, entre mediados de los años 90 del siglo pasado hasta la actualidad.

 

No obstante, anotó David Bacon, la frontera es también tierra de vivos: “Los otrora pequeños pueblos de Ciudad Juárez y Tijuana son ciudades de millones. La frontera es el escenario de algunas de las luchas sociales más agudas de México. Los trabajadores de las fábricas organizan sindicatos independientes, mientras que los agrícolas se declaran en huelga en los campos de Baja California”.

 

En ese sentido, finalizó, las cerca de 30 fotografías que integran Más que un muro, “nos permiten ver a la gente, sus luchas por los derechos y la igualdad, combatiendo la histeria antiinmigrante y antimexicana”.

 

Más que un muro y Terreno hostil 94 permanecerán hasta octubre de 2023 en la Sala Julio César Olivé del Museo Nacional de las Culturas del Mundo (calle Moneda 13, Centro Histórico de la Ciudad de México).