La influencia de The Beatles en la literatura latinoamericana

 

Ciudad de México.- El 15 de diciembre de 1980, el escritor Gabriel García Márquez publicó el artículo “Sí: la nostalgia sigue siendo igual que antes”, a propósito del asesinato de John Lennon, ocurrido el 8 de diciembre de ese año. El Nobel de Literatura compartió su relación con la música de The Beatles y contó cómo algunos de sus amigos como Carlos Fuentes y Emilio García Riera compartían con él la fascinación por el cuarteto de Liverpool.

A propósito del estreno de The Beatles: Get Back, el documental dirigido por Peter Jackson que explora la realización del álbum Let It Be de la banda de rock británica, basada en el material originalmente capturado para el documental de 1970 del director Michael Lindsay-Hogg, del cual revisó 50 horas de material nunca antes visto, recordamos la influencia de la agrupación en algunos escritores.

“Así es: la única nostalgia común que uno tiene con sus hijos son las canciones de los Beatles. Cada quien, por motivos distintos, desde luego, y con un dolor distinto, como ocurre siempre con la poesía”, escribió García Márquez en su artículo publicado por El País.

El autor de “Cien años de soledad” compartió también que fue en 1963, durante su residencia en México, cuando escuchó por primera vez de un modo consciente una canción de los Beatles.

“A partir de entonces descubrí que el universo estaba contaminado por ellos. En nuestra casa de San Ángel, donde apenas si teníamos dónde sentarnos, había sólo dos discos: una selección de preludios de Debussy y el primer disco de los Beatles”, escribió.

Sobre Emilío García Riera, contó: “Me dijo por esos días: ‘Oigo a los Beatles con un cierto miedo, porque siento que me voy a acordar de ellos por todo el resto de mi vida’.

Es el único caso que conozco de alguien con bastante clarividencia para darse cuenta de que estaba viviendo el nacimiento de sus nostalgias”.

Mientras que, de Carlos Fuentes, recordó: “Uno entraba entonces en el estudio de Carlos Fuentes, y lo encontraba escribiendo a máquina con un sólo dedo de una sola mano, con lo ha hecho siempre, en medio de una densa nube de humo y aislado de los horrores del universo con la música de los Beatles a todo volumen”.

Además, en la biografía sobre el Nobel de literatura colombiano, Una vida, Gerald Martin relata que durante la escritura de Cien años de soledad, tuvieron que vender sus pertenencias, excepto el tocadiscos, los discos con los Preludios de Claude Debussy, los conciertos para piano de Béla Bartók y el álbum Hard Day’s Night de The Beatles.

Otros escritores como Carlos Monsiváis también hicieron referencia a la influencia del grupo en sus vidas; el autor de “Los rituales del caos” declaró alguna vez que al terminar el sexto año de primaria aprendió inglés, “porque había tenido la motivación para comprender sus canciones”.

Además, escribió las letras para Los Tepetatles, una banda de rock mexicana integrada por Alfonso Arau, Julian Bert, Marcos Lizama, Marco Polo Tena (quien también formaba parte de Los Rebeldes del Rock) y José Luis Martínez en la década de 1960, y que era una sátira de The Beatles.

Juan Villoro, cuya relación con el rock es muy profunda, y desde su infancia, a través de su madre, conoció a The Beatles. Un día declaró que si bien era difícil escoger sólo una canción como favorita, esa sería “A Day In The Life”.

Es conocida la fascinación de Julio Cortázar por el jazz, pero también admitió que, si bien conocía poco sobre el rock de su tiempo, The Beatles ocupaba el primer lugar dentro de sus gustos.


En un artículo de Antonio Muñoz Molina, El oro de los Beatles, para el diario El País en 1994, contó una anécdota sobre Jorge Luis Borges, María Kodama y el cuarteto.

De acuerdo con el relato, en un viaje en avión Borges quiso saber qué escuchaba Kodama en sus auriculares, así conoció She loves you, Help, Love me do, y A hard days night. Al terminar las canciones, ella le preguntó qué le había parecido la música: “Trivial, pero maravillosa”, respondió Borges.

Con información de El Universal