Frijoleros desahuciados por la 4T
Gabriel Contreras Velázquez
Finalmente, la crisis estalló. Productores de frijol de la comunidad de Tacoaleche, en el municipio de Guadalupe, esperaron meses a que las autoridades federales escucharan las irregularidades que vivieron en el acopio de sus semillas, donde el castigo a la producción y la falta de pagos a las toneladas de la leguminosa empobrecieron, como nunca, su forma de subsistencia habitual.
Para los campesinos de la región, con la Cuarta Transformación llegaron cambios imprevistos en el ciclo de producción y venta del frijol zacatecano. También, con la oleada de votos revivieron viejos enemigos de los productores que, relativamente, estuvieron controlados hasta hace unos años.
Uno de ellos es Rodolfo Acuña Nieto, “jefe de operaciones en autogestión campesina” del Frente Popular de Lucha de Zacatecas (FPLZ). Operador de los colectivos de “lucha social” que encabeza José Narro Céspedes, fue también representante de la acopiadora Productores Unidos en el Bicentenario, ubicada en el municipio de Fresnillo.
Pero todo inicia el pasado mes de enero, una vez concluido el ciclo agrícola 2018, cuando la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (ASERCA) promovió una reunión con los productores de frijol de Tacoaleche a petición de la asamblea ejidal. Ahí, los campesinos dejaron saber su inquietud por contar con pocos centros de acopio de la leguminosa.
Habitantes de la comunidad de Casa Blanca y Tacoaleche, así como de los municipios de Pánfilo Natera y Vetagrande, no accedían a la oferta suficiente de estos centros para la recolección del grano del frijol, con lo que el coyotaje (o la compraventa entre particulares) mermaba los ingresos de los productores con precios ajustados.
Debido al incumplimiento de normas, así como de diversos requisitos financieros y técnicos, en el ciclo primavera-verano 2016 la acopiadora Los Zacatecos, en aquella comunidad, fue enlistada entre las organizaciones que no participarían en el programa de recolección de frijol. A partir de ese año aquella bodega de Tacoaleche se mantuvo en desuso.
Según el padrón estructurado por ASERCA, Los Zacatecos se encontraba en el grupo de “Organizaciones que han incumplido en años anteriores”. El nombre de su representante: José Narro Céspedes. (http://transparencia2.zacatecas.gob.mx/acopio_frijol/)
Tres años atrás, en diciembre de 2013, Los Zacatecos fue centro de críticas y polémica entre los mismos productores debido a que cerró sus puertas intempestivamente. Campesinos que habían entregado su cosecha en ese centro de acopio, sin comprobantes de la cantidad de frijol que entregaron a José Narro ni las órdenes de pago correspondientes, esperaron en la incertidumbre a su reapertura.
La remuneración llegaría meses después con el correspondiente castigo por tonelada de frijol no pulida, cribada y aquintalada. Una práctica recurrente que se registraba en la acopiadora Empresa Integradora de Ejidos Asociados S.A. de C.V., con domicilio en Fresnillo, cuyo representante Oscar Tovar Santacruz también fue señalado dentro del grupo de organizaciones incumplidas, de la lista de acopiadoras vetadas por ASERCA.
Los tres personajes vuelven a la escena de acopiadoras de frijol revividas en febrero del 2019, por el Gobierno Federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Existe una pequeña variante: Rodolfo Acuña Nieto esta vez fue designado en la comunidad de Tacoaleche para “supervisar” el centro Los Zacatecos.
De vuelta trajeron los mismos esquemas de empobrecimiento al campesino que los llevaron a perder sus registros desde 2014.
Como acuerdo ejidal con ASERCA, en febrero de 2019 se abriría nuevamente el centro de acopio de Tacoaleche. Debido a que ya ocupaba un cargo en el Senado de la República, José Narro eligió a Rodolfo Acuña para que tomara su lugar como su representante en Los Zacatecos. El título de propiedad, sin embargo, quedaba en manos del tamaulipeco.
Con la seguridad de quienes se sienten protegidos por el manto de impunidad de Narro Céspedes dentro de la Cuarta Transformación, Acuña Nieto y Oscar Tovar llevaron al absurdo la operación de abaratamiento de la cosecha de frijol de los productores de Tacoaleche.
Es conocido entre los campesinos que, por tonelada de leguminosa, las acopiadoras suelen castigar entre 30 y 50 kilogramos de producto que no califica con los estándares de evaluación para su compra en las bodegas. Sin embargo, esta vez el castigo concluyó en humillación.
En un primer filtro, en el centro de acopio Los Zacatecos, Rodolfo Acuña se encargó de desgranar un mínimo de 50 kilos de frijol por tonelada de los campesinos de Tacoaleche, Cocinera, Nora de San Juan, El Ampotal, Las Malvas, Sauceda de la Borda, La Blanca, La Tesorera, El Saucito, Pozo de Gamboa, Pánuco y de General Pánfilo Natera.
Una vez “rasurada” la tonelada de los productores de la región, Acuña Nieto enviaba la semilla a Fresnillo. Allá Oscar Tovar se encargaba de castigarlos con otros 80 a 100 kilos en la Empresa Integradora de Ejidos Asociados S.A. de C.V. (años antes descalificada por ASERCA, pero reabierta también con anuencia del nuevo Gobierno Federal).
Sumado a esto, Tovar Santacruz se comprometía a gestionar el subsidio de 3.50 pesos ofrecidos por SEGALMEX y ASERCA, en el precio de garantía bocetado por Andrés Manuel López Obrador, sin que tuviera poder alguno para realizar la petición de recursos. Fuera de su relacion con José Narro, las supuestas gestiones eran un engaño palpable.
La bofetada a los campesinos provocó las primeras protestas en el mes de mayo cuando exigieron el pago de 5 millones de pesos que les adeudaba Los Zacatecos, bodega que, argumentaban, era propiedad de José Narro y en la que ahora aparecía Rodolfo Acuña como prestanombres.
En el acuerdo, los pagos comenzarían a reflejarse desde el mes de febrero. A la fecha, en cambio, hay más de 117 productores de frijol de aquellas comunidades sin dinero, o que exigen el reembolso de los kilos de productos que se perdieron en los “estudios de calidad” de Los Zacatecos y la Integradora de Ejidos Asociados.
Los campesinos se reunieron nuevamente con Oscar Tovar. El fraudulento acopiador revivido por la 4T aprovechó para amenazar a los productores que de no desistir de su probable denuncia ante el ministerio público todos los involucrados tendrían problemas. En una llamada reciente con los inconformes, Tovar Santacruz confirmó que, debido a las presiones de los frijoleros, nuevamente ASERCA le negaría futuros permisos para acopiar la leguminosa.
Sin respuesta de las autoridades, hace un par de semanas los productores de frijol tocaron a las puertas de la Delegación de Programas Sociales en Zacatecas, donde el delegado territorial Carlos Alberto Zúñiga Rivera, recibió a los campesinos.
En ausencia de Verónica del Carmen Díaz Robles, el “subdelegado” que igual se toma fotos con la Guardia Nacional, o que dice atender el probable fraude de las acopiadoras, no ofreció ninguna salida al problema. A la fecha ya no contesta sus mensajes, mucho menos sus llamadas.
El protagonismo de la delegada por acaparar la escena pública en el arribo de la Guardia Nacional a Zacatecas -un tema en el que su equipo parece no entender todas las implicaciones-, ha permitido que los brotes de inconformidad lleguen hoy a la Fiscalía del Estado.
Y es que la prioridad de Verónica son las “mesas de trabajo” con los encargados de despacho de las distintas delegaciones (a puerta cerrada, donde a los asistentes se les retira el celular para evitar fotos y grabaciones) donde les solicita destinen -mejor dicho: desvíen- recursos materiales y financieros de sus dependencias a las oficinas Bienestar en el estado. Los campesinos que señalan un probable fraude pueden esperar.
Entre abusos y frivolidades camina la Cuarta Transformación en Zacatecas.