Encuentran amuletos ‘mágicos’ en la antigua ciudad de Pompeya

Ciudad de México.– El yacimiento arqueológico de Pompeya, la ciudad romana que quedó enterrada por una erupción volcánica hace 2 mil años, desveló nuevos tesoros descubiertos en las últimas excavaciones, incluyendo unos intrigantes amuletos que han sido catalogados por los arqueólogos como “mágicos”.

Dentro de una caja, los arqueólogos descubrieron decenas de amuletos, anillos y estatuillas de marfil, bronce, cerámica o ámbar que, al parecer, no bastaron para proteger a la ciudad de la furia del Vesuvio, que habría entrado en erupción en el año 79 d.C, seis meses más tarde de lo que se pensaba hasta ahora.

“Es una de las cosas más curiosas que hayamos descubierto en nuestras búsquedas: amuletos que parecen haber pertenecido a una mujer o un hombre que recurría a la magia”, explicó a la AFP el director del parque arqueológico de Pompeya, Massimo Osanna. Osanna hizo estas declaraciones con ocasión de la inauguración del Antiquarium, el museo renovado en el que se exponen estatuas de bronce, frescos, joyas de oro y plata.

Los arqueólogos solo han sacado a la luz un tercio del yacimiento, que abarca 44 hectáreas no muy lejos de Nápoles.

“Aquí tienen algunos de los objetos más importantes descubiertos desde el siglo XIX. El Antiquarium te transporta a través de siglos de historia de Pompeya, hasta el día fatal de la erupción”, subrayó Osanna.

Según él, el espacio que cuenta los últimos días de la ciudad es “la sección más sobrecogedora” del recorrido museístico.

Massimo Osanna, que dirige Pompeya desde 2014, supervisó una gran obra de renovación financiada en gran parte por la Unión Europea, que sirvió para revitalizar el lugar, inscrito en la lista del Patrimonio mundial de la Unesco, pero cuyo mantenimiento era deficiente.

En diciembre, los arqueólogos anunciaron un descubrimiento excepcional: un “thermopolium”, una especie de puesto callejero de comida rápida en la antigua Roma, decorado con estampas policromáticas y en un estado de conservación excepcional.

La barra, petrificada por la ceniza volcánica, está situado en un barrio que solía presentar una fuerte afluencia, en el cruce del callejón de los Balcones con el de las Bodas de Plata.