Reconocen padres de familia la nueva estrategia educativa

  • La madre de familia originaria de El Maguey, Villa Hidalgo, considera que los docentes son clave en la recuperación de valores y principios que se han perdido en la sociedad
  • Sin quitar responsabilidad a los padres de familia, opina que la educación en las aulas es determinante en el crecimiento de niñas, niños, adolescentes y jóvenes
  • Destaca que Monreal Ávila y su administración confían en los docentes como figuras de autoridad y guías de la comunidad 

 

Por: Crew Átomos

 

Fotos: Cortesía 

  

Zacatecas, Zac.- 

 

Esmeralda Garza Garza es una madre de familia que se involucra en la educación de sus hijas, quienes actualmente cursan la secundaria. Por ello, se preocupa por la formación que reciben no sólo ellas, sino todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que en la actualidad enfrentan dificultades, debido a los cambios que ha vivido nuestra sociedad.

 

Esmeralda ha manifestado su interés por contribuir en la recuperación de valores entre la juventud, participando en las actividades del centro escolar en el que estudian sus hijas.

 

En este camino hacia la recuperación de principios y formación de buenos ciudadanos, asume la importancia que tienen las y los maestros, no sólo en la vida de sus alumnos, sino de la familia y de toda la comunidad.  

 

Es por eso que Esmeralda reconoce la estrategia en educación que ha emprendido el Gobernador David Monreal Ávila al lado de la Secretaria de Educación, Maribel Villalpando Haro, al depositar en las y los docentes la confianza para que vuelvan a ser figuras de autoridad y guías de toda la comunidad, pues considera que será así como se logre reconstruir el tejido social.  

La importancia de un maestro en la vida de un niño 

 

Esmeralda concibe al docente como el profesionista que mayor responsabilidad tiene a su cargo. “Un maestro tiene en sus manos la vida de un niño al que puede moldear, así de grande es su responsabilidad y así de grande debe ser su compromiso”, dijo.

 

Es por eso, añadió, que, durante su formación, las maestras y los maestros no deben guiarse sólo por lo que van a ganar, sino por la huella que van a dejar en sus alumnos, “por lo que son capaces de lograr en el pensamiento de un pequeñito”.      

 

Por experiencia personal, sabe que los maestros que se involucran y que hacen equipo con madres y padres de familia, que pueden llegar a lograr grandes cosas y hacen la diferencia en la educación. 

 

“Ahora que soy madre de familia y me toca ver la educación desde otra perspectiva, me gustaría que las niñas y los niños tuvieran a esa figura que los inspire a soñar, a querer ser alguien, a llegar lejos, como me pasó a mí”.

 

Un maestro cambió mi vida

 

Esmeralda es originaria de la comunidad de El maguey, Villa Hidalgo, Zacatecas, lugar donde creció al lado de sus padres y hermanos.  

 

Durante su educación primaria, tuvo la fortuna de contar con un profesor que la inspiró a salir de su comunidad para prepararse académicamente y buscar mejores oportunidades de vida.

 

Con orgullo dice que sus padres son personas humildes, que durante toda su vida han sido muy trabajadores, sin embargo, carecieron de una educación como para poderla guiar a ella y a sus hermanos, no tuvieron la formación necesaria ni los medios para saber que había algo más allá de su entorno y de su comunidad.  

 

No obstante, en El Maguey, localidad de no más de 100 habitantes, fue el maestro José Luévano, quien inspiró a Esmeralda y a muchos niños y jóvenes a soñar, a prepararse, a estudiar, a viajar, en pocas palabras, les amplió su visión sobre el mundo. 

 

A través de la lectura y de sus charlas, “ese maestro sembró en mí y en mis compañeros las ganas de salir adelante y de esos maestros necesitan los niños y los jóvenes hoy en día”, aseguró. 

 

Gracias a él, relata, “en mi comunidad hay muchos profesionistas y mucha gente a la que le ha ido muy bien”. 

 

Esmeralda cursó la primaria y secundaria en las escuelas Benito Juárez y Pablo Neruda, respectivamente, para luego continuar con su formación en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), donde se tituló como ingeniera en electrónica y comunicaciones; actualmente es empresaria. 

 

El papel del padre de familia

 

Esmeralda señala que “los padres de familia debemos hacer lo que nos toca y no dejar toda la carga de la educación de nuestros hijos a los maestros”. 

 

“Los maestros tienen el poder de influir en el padre de familia a través de la exigencia, de la disciplina, el maestro debe llevar la batuta”, dijo.

 

Es importante retomar las reuniones entre docentes y padres de familia para estar más al pendiente de lo que pasa con nuestros hijos, refiere.

 

Para que nuestros hijos no se pierdan, es necesario sembrar en ellos las ganas de superarse, de irse por el buen camino, y claro que ese trabajo es principalmente de los padres, pero los maestros también deben ser un pilar en la formación de los niños, dice.   

 

Sobre todo, porque “la sociedad ha cambiado, es importante volver a implementar cosas tan sencillas y tan importantes para recuperar lo que hemos dejado ir, que son los valores”.