Pandemia “tiro de gracia para editoriales independientes”

Ciudad de México. Diego Rabasa, integrante del consejo editorial de Sexto Piso, advierte que la pandemia de Covid-19 puede ser el tiro de gracia para la precaria y frágil edición independiente en México, esto a propósito de la campaña de apoyo que lanza el sello en conjunto con Almedía y Edición Era. 

También dijo que el sector del libro está en crisis y será muy difícil enfrentarla si no lo hacemos de manera cohesionada. Este momento tiene que ser un llamado de urgencia no sólo para que los proyectos existentes sobrevivan, sino para difundir que en el sector existe rezago y un problema gravísimo que hay que atajar.

Por su parte, el director general de Almadía, Guillermo Quijas, explica que su principal dificultad ahora es el cierre de librerías, el canal más importante de promoción de nuestros títulos. No tenemos gran capacidad de distribución ni libros comerciales que se puedan vender en plataformas muy grandes como la de Sanborns. La venta de libros electrónicos o en línea ni siquiera llega a 10 por ciento de los ingresos generales.

La campaña Dependientes de Lectores –cuyo lanzamiento reportó ayer este diario– es para que las personas nos ayuden a generar algunos ingresos que nos permitan operar estos meses y los venideros, para que no se pare la producción de nuestros títulos.

Quijas prevé una afectación muy fuerte en la industrial editorial, como en las recreativa y creativa, y muchas otras. Todas las editoriales están haciendo una reducción cuando menos de 50 por ciento de sus planes de edición para este año.

Diego Rabasa afirma que los tres sellos enfrentan una problemática similar. Proyectos como los nuestros operan con márgenes muy estrechos. No aspiramos a tener libros superventas que cambien las hojas de balance. Si vendes 3 mil o 50 mil ejemplares las cuentas son muy distintas. Rabasa concuerda con Guillermo Quijas en que las ventas en línea son insuficientes para mantener las estructuras editoriales medianas de Era, Almadía y Sexto Piso.

Rfiere que las cadenas del Estado, Educal y Fondo de Cultura Económica, tuvieron dificultades económicas el año pasado que restringieron los montos de pago. “Las cadenas privadas comenzaron a tener retrasos en los pagos y políticas de devolución muy grandes. El cierre de 2020 vuelve inviable mantener la operación y los puestos de trabajo.

Sobre todo ahora que han dejado de existir los programas de gobierno de antaño como Biblioteca de Aula o los convenios de coedición con la Secretaría de Cultura, con más razón las editoriales viven de lo que se vende en librerías. Si están cerradas, no hay forma de tener flujo de caja.