Gonzalo Lizardo, un compendio de sus favoritos
Ciudad de México.- Una invitación a descubrir la cara oculta de las cosas, a volver a acercarse a ciertos libros, películas o piezas musicales; “pero también a ver la obra de arte de otra manera, darle una nueva lectura al mundo en general”.
Ésta es la propuesta, afirma en entrevista Gonzalo Lizardo (1965), de la colección de ensayos reunida en El grafópata o el mal de la escritura, que acaba de publicar Era en formato digital.
El narrador e investigador literario comenta que son textos trabajados durante los últimos 20 años.
“Al revisarlos me di cuenta que algunos tenían en común el tema de la escritura, concebida no como una evasión de la vida, sino como una forma muy concreta y especial de vivir”, explica vía telefónica desde su natal Zacatecas.
Destaca que entiende el concepto de literatura como el arte en general, por lo que también incluye en este volumen a las artes plásticas, la música y el cine.
“Son formas artísticas que se inspiran en la vida y nos ayudan de alguna manera a vivirla. Y pienso en el escritor como aquél que sólo puede ver la vida a través de la literatura y siempre que ve la vida, piensa en literatura”.
El ensayista advierte que el concepto “el mal de la escritura” es una visión personal de lo que significa escribir o leer en este mundo. “Y he llegado a la conclusión de que la escritura es una especie de enfermedad, en el sentido no de locura, sino de algo más genético y más íntimo que altera nuestra percepción de la vida. Pero la curiosidad es que quien está enfermo de este mal no se quiere curar”.
Por esta razón, Lizardo decidió aprovechar lo que ha aprendido en sus lecturas y relecturas de Francis Bacon, James Joyce, Ramón López Velarde, Jorge Luis Borges y Salvador Elizondo; en sus escuchas desde Cri Cri hasta Brian Eno y Arvo Pärt; y en las películas de Buñuel y Tarkovski, entre otras.
“Es un compendio de mis autores predilectos, tanto de música, cine y literatura; es una antología de mi canon”, agrega el autor que concibe al ensayo como una especie de opinión argumentada.
“Pero también es la demostración de una hipótesis que puede ser muy personal o impersonal. Aquí entrego puros ensayos personales y son muy ligeros porque busco la conversación con mis lectores”.
El también diseñador gráfico aborda, por ejemplo, al López Velarde músico. “Analizo la musicalidad de su poesía. Es importante porque su visión de la palabra y la poesía justifica la que yo sostengo. Es una especie de fundamento o cimiento de mi poética.