Donarán escultura de ‘Adán y Eva’ al Museo Soumaya

 

Ciudad de México.

Adán y Eva, escultura concebida por el artista plástico mexicano Juan Soriano en 1953, y que en vida añoraba volver a ver expuesta tras perderle la pista, fue localizada y comprada por Marek Keller, su pareja sentimental, para donarla al Museo Soumaya.

Marek Keller hará la entrega formal de esta obra, que el artista realizó de manera paralela a un óleo que también tuvo como inspiración los personajes bíblicos y que forma parte de la colección del mismo museo.

Es una escultura formada por la figura de Adán, soñando con los ojos cerrados, que aparece con el cuerpo desnudo recostado sobre una base. Se observa cómo de una de su costilla sale una mujer, Eva.

“Es un sueño bastante erótico, y eso me gustó todavía más, como se aprecia en la obra”, detalla Keller en entrevista. Una vez que localizó la obra, su deseo fue que estuviera en el Museo Soumaya y, de ser posible, al lado del cuadro ‘hermano’, ya que eso provocará en el espectador reflexiones sobre la manera en que un artista como Juan Soriano trató un mismo tema, tanto en pintura como en escultura.

Marek Keller recuerda: “Juan pensaba que esa obra estaba perdida, porque, por lo general, este tipo de material tiene una vida corta por su fragilidad.

Además, la gente, por lo regular, no tiene suficiente cuidado con este material. Juan a veces me decía: ‘cómo me gustaría verla otra vez’”.

La única información que había sobre esta pieza, refiere, era un registro fotográfico en el primer libro sobre la obra de Juan Soriano, publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México en 1977.

Con emoción, Keller comparte la manera en que dio con la escultura: “Fue como un milagro del destino, porque justamente en el centenario del nacimiento de Juan Soriano –el año pasado cumplía 100 años–, casi en la fecha exacta, un amigo, Emilio Payá, me habló y me dijo que alguien de sus conocidos tenía una cerámica bastante antigua de Juan Soriano y la quería vender.

Cuando la vi, me di cuenta de que era esa obra de Adán y Eva que hizo Juan en 1953, misma que sobrevivió todos estos años. Por eso decidí comprarla porque es una pieza con una historia muy interesante”.

No es común encontrar temas religiosos en la obra de Juan Soriano, lo más que hizo fue una cruz en plata para Tane, en tanto que en París realizó unos vitrales y tapices para una capilla de una iglesia con el tema de San Benito, recuerda Marek.

Con información de Milenio