Suspenden los sanfermines de Pamplona por coronavirus

España.- Ana Elizalde, alcaldesa de Pamplona en funciones por suplir a Enrique Maya, quien se recupera por coronavirus, anunció que “no por ser una noticia esperada deja de producir tristeza” la suspensión de las fiestas de San Fermín. 

Ante la inminente pandemia, el ayuntamiento había hecho la hipótesis de cambiar el festejo para septiembre, que es cuando se celebran las fiestas de San Fermín de Aldapa en el Casco Viejo de la ciudad, sin embargo la incertidumbre existente sobre las condiciones sanitarias hace imposible anticipar lo que pueda suceder dentro de cinco meses, por ello, han optado la suspensión de las fiestas de San Fermín. 

Las fiestas se han suspendido solamente en 1937- 1938 por la Guerra Civil; por el asesinato del concejal del PP, Miguel Ángel Blanco, en 1997 y sólo por 24 horas; en 1978, desde el 9 de julio, tras la irrupción de la Policía Armada en la Plaza de Toros que se saldaron con el asesinato de Germán Rodríguez, momento en que se trasladó el encierro y corridas al mes de septiembre en el Casco Viejo. 

El pasado 4 de abril, los balcones de la ciudad se llenaron de pañuelos rojos y música sanferminera conmemorando la escalera del calendario que lleva desde el 1 de enero hasta el 7 de julio.

En la Plaza del Ayuntamiento

Más allá de la consecuencia emocional, las fiestas también tienen un importante impacto económico. Según cálculos de la Asociación de Hostelería de Navarra, los 9 días de fiestas de Pamplona suponen el 15% de la facturación anual de la hostelería, que emplea a 18.000 personas. El sector, completamente cerrado desde el inicio del estado de alarma, pide “empatía por parte de la Administración”, según el secretario de la Asociación, Nacho Calvo. La suspensión también afecta a la Feria del Toro que organiza la Casa de Misericordia y que supone el principal ingreso para la residencia de mayores en la que viven en torno a 1.000 personas. Esta residencia ha sido también la que mayor número de casos de covid-19 ha registrado entre sus internos en Navarra.

Fuente: El País