La importancia del cabello en la serie Poco Ortodoxa

#Spoileralert

La miniserie de Netflix “Unorthodox”, o conocida para la audiencia hispanohablante como “Poco Ortodoxa”, presenta la búsqueda de libertad y el encuentro de uno mismo; la trama va de una mujer judía jasídica, Esty Shapiro, perteneciente a la comunidad Satmer en Williamsburg, Nueva York, hace lo impensable para descubrirse, siendo el cabello un juego que va de la tradición jasídica y modernidad en la en la narrativa. 

Esty experimenta una aventura que la aleja de su comunidad, en busca de su propia identidad lejos de las costumbres y tradiciones de su comunidad para comenzar una nueva vida en Berlín, en el proceso deja cosas atrás y conoce un nuevo estilo de vida en el que peinado y maquillaje es de gran importancia. 

Si ponemos atención en los flashbacks de Esty antes de casarse, podemos observar su larga y simpática cabellera rubia que desaparece después de su boda, esto se debe a que las mujeres judías jasídicas, una vez casadas, deben raparse la cabeza, pues mostrar su pelo natural significaría un acto de seducción inapropiado.

Por tal razón, las mujeres deben cubrir su pelo natural con pelucas, pañuelos llamados conocidos como tichel, así como sombreros, de hecho, las mujeres no pueden mostrar su cabello a nadie más que a su esposo en la intimidad.

Por lo tanto, el día que Esty (personaje principal) se deshace de aquella peluca que la agobia, su expresión facial denota libertad y felicidad, volver a sentir su pelo natural a la luz del sol y tocarlo con sus manos fue una de sus primeras cadenas destrozadas. 

En cuanto al “peinado” de los hombres en ‘Poco Ortodoxa’, probablemente aquellos mechones riados delante de las orejas de los hombres llamaron tu atención, ¿qué significado tienen? Conocidos en hebreo como peyéh y en plural como peyot, cabe señalar que esta no es solo una tradición jasídica sino que comprende judaísmo en su totalidad. 

Aunque no hay una razón especifica, es una ley que rige el Torá: “No cortareis el pelo de los costados de su cabeza”, además de que a los judíos se les encomienda preservar cierta apariencia física para que así se diferencien de los idolatras. Fuera de ello, su corte debe de ser 

Luego de que Esty se quitó la peluca y que sintió nuevamente su cabello natural sin ataduras, al observar a su alrededor en Berlín, se dio cuenta que incluso su cabello rapado estaba de “moda” y era un corte muy recurrente en la sociedad, por lo que la nostalgia por su melena larga no se sintió. 

Es de entenderse que si el simple hecho de ocultar el pelo natural es un deber para la tradición jasídica, claramente el maquillarse también es concebido como un acto de impureza y provocación, por lo tanto, las mujeres en la religión no tienen permitido llevar, ni siquiera un poco de labial. Así, cuando Esty tiene la oportunidad de pintarse los labios, es una de las escenas más significativas en la miniserie, sentir el labial en sus labios, lo que la llevó a sentirse plena y segura, fueron más pruebas de su libertad. 

De hecho, posteriormente se hace de su propio lipstick y descubre ese lado femenino que sus raíces le habían negado, el brillo en su rostro, lo dice todo. 

Fuente: Cultura Colectiva