Igualdad salarial, una esperanza para las mujeres
Si les propusieran un trabajo con una jornada laboral de 8 horas, de lunes a viernes, haciendo exactamente lo mismo que otra persona, pero les dijeran que su salario sería menor, ¿lo aceptarían? Seguramente la respuesta inmediata que viene a sus mentes es NO.
Sin embargo, las mujeres aceptamos este tipo de condiciones laborales todos los días. Muchas veces las ofertas de trabajo no son así de claras, pues la mayoría de las ocasiones se tratan de prácticas que se esconden, debajo de argumentos bajo la división sexual del trabajo doméstico.
Algunos de estos argumentos son que los hombres, “no piden permiso” para salir temprano e ir a las escuelas por sus hijas e hijos, o porque ellos no pedirán licencias de maternidad, entonces se vive bajo el supuesto de que los hombres, por su género, tienen mayores posibilidades de desempeñarse en cualquier actividad de trabajo sin que se vea interrumpida por su vida personal.
Estas prácticas laborales buscan ser abolidas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de la cual México forma parte. De acuerdo con datos de esta institución internacional, en México a nivel nacional existe una brecha salarial entre hombres y mujeres del 20.4%, misma que es más severa en las zonas rurales de nuestro país.
Otro de los datos que han sido expuestos por parte de esta Organización es la brecha salarial que existe en México entre aquellas mujeres que trabajan y son o no madres. Estos datos nos indican que aquí la brecha puede ser hasta de un 33.2 %; es decir, que aquellas que optan por no ejercer su derecho a la maternidad cuentan con mayores posibilidades de desarrollo profesional.
En este sentido, y con el objeto de comenzar a cerrar estas brechas en el ámbito laboral, así como con el objetivo de garantizar las mismas condiciones de trabajo a las mujeres, la OIT ha propuesto un cambio de principio en el derecho laboral, dejando de lado el que establecía “a trabajo igual, salario igual” ahora se apuesta por el principio “igual salario, a trabajo de igual valor”.
A simple vista parece que se trata de un juego de palabras sin sentido; sin embargo, existe un cambio importante, pues si un hombre y una mujer realizan las mismas actividades el sueldo será igual, buscando dejar de lado aquellos argumentos que buscan descalificar a las mujeres debido al ejercicio de sus derechos laborales como la licencia de maternidad, acudir a los centros escolares para el cuidado de sus hijos e hijas.
En México, el pasado 10 de marzo de 2021 el Senado de la Republica aprobó reformas en 13 instrumentos legales que apuestan por la igualdad salarial, bajo el principio de “igual salario a trabajo de igual valor”. Así pues, la reforma laboral se enfoca en tres ejes:
- Igualdad laboral entre hombres y mujeres.
- Políticas públicas que impulsen la igualdad salarial.
- Prohibición de ofertar trabajos con bases discriminatorias
- Certificación de centros de trabajo en materia de igualdad de género.
Esta reforma es prometedora, pues representa una esperanza para las mujeres en México, para acceder a los mismos salarios que los hombres y sin importar si deciden o no ejercer su maternidad, pues estas elecciones de la vida privada no pueden convertirse en factores determinantes en su desarrollo laboral.
La autonomía económica de las mujeres comienza a forjar cimientos fuertes con estas reformas legales, si bien se trata de una victoria, no dejemos de lado que la lucha por la independencia financiera, la inclusión el sistema financiero y por construirnos desde el empoderamiento económico son materias pendientes en este camino hacia la igualdad. Por supuesto, la igualdad salarial es una gran aportación para lograr todos estos objetivos.
Finalmente, aprovecho este espacio para reconocer a todas las mujeres mexicanas, que todos los días salimos a trabajar, demostrando que no existen barreras de género, que nuestro trabajo es de igual valor que el de los hombres, para todas nosotras es un día de fiesta, pero mañana seguiremos la lucha por encontrarnos en igualdad.
8 de marzo 2021,
M.F. María del Carmen Salinas Flores
Tesorera del Senado de la República