Gandhi Oportunidades será sede de oficinas corporativas

Ubicada en Miguel Ángel de Quevedo 134, la Librería Gandhi se fundó el 24 de junio de 1971 en un espacio de apenas 150 metros cuadrados: a un lado había una academia de karate, una dulcería y una zapatería que fueron desplazados poco a poco por la librería hasta quedarse con 600 metros cuadrados.

La idea vino del antiguo dueño de una vinatería y una tienda de pinturas vinílicas, quien se propuso transformar la manera de acercarse a los libros; dejar atrás los años en que estos se despachaban como medicinas en botica: desde un mostrador donde se preguntaba el título del libro, para después, pagarlo en caja.

“A lo que te dediques siempre hazlo con cariño, con amor y nunca lo hagas por negocio, las cosas se van dando solitas”, decía Mauricio Achar, fundador de Librerías Gandhi.

Una de las ideas primordiales fue la de invitar a los lectores a perderse entre los pasillos, recorrer los estantes y tomar los libros, leyendo cuartas de forros. Esto logró que Librerías Gandhi se convirtiera en un referente obligado, en el “El lugar donde están todos los libros”.

Tras un largo día de rumores, dimes y diretes, comentarios que la convirtieron en tendencia en las redes sociales, la empresa comunicó la decisión de cerrar la Librería Gandhi Oportunidades para convertirla en el “nuevo espacio de nuestras oficinas corporativas, justo en el lugar donde todo comenzó en 1971”.

“Desde ahí, trabajaremos para poder mantener el compromiso de llevar la cultura y entretenimiento a todos. El significado para nosotros y para los que tuvieron la fortuna de vivir y frecuentas ese mágico lugar es memorable y representa una parte importante de nuestra historia”.

 A través de un comunicado, compartido en sus redes sociales, se anuncia que la Librería Mauricio Achar, nombre del fundador de lo que hoy es una cadena de librerías, permanecerá abierta junto con todos los demás espacios de la red, “con miras a crecer y a mejorar la experiencia para todas las comunidades a las que servimos.

“Caprichosamente las circunstancias nos regresan a nuestra cuna, a nuestros inicios y nos colocan en el lugar perfecto para lograr la evolución de lo que hacemos desde hacer ya cerca de 50 años: acercar los libros a los lectores”.