Familia dueña de Krispy Kreme admite pasado nazi; donarán 10 millones de euros a la caridad
Alemania.- La segunda familia más acaudalada de Alemania, los Reimann, dueños de la empresa de donas Krispy Kreme, descubrieron recientemente que su fortuna fue construida gracias a nexos que sus antepasados tenían con el régimen nazi.
La familia posee marcas de consumo conocidas como las donas Krispy Kreme, la marca de bebidas Keurig Dr. Pepper y la compañía de panaderías Panera Bread, además controla abultados paquetes de acciones en marcas como el dentífrico Colgate, la loción Clearasil, el detergente Calgon, los cosméticos Wella, el café Jacobs, los preservativos Durex y los tacones altos Jimmy Choo, entre otros productos.
El Bild am Sonntag, en edición dominical, reveló que, durante la Segunda Guerra Mundial, mujeres de países del este de Europa ocupados por la Alemania nazi, eran obligadas a hacer trabajos forzados, sufrieron malos tratos y abusos sexuales por parte de los capataces en fábricas de los Reimann en la localidad renana de Ludwigshafen.
La investigación también encontró que Reimann hizo donaciones a las SS, la fuerza paramilitar de Hitler, en 1931 y que recibió una carta de agradecimiento firmada con el saludo del mismo Hitler.
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Además, en julio de 1937, Reimann júnior escribió al líder de las SS, Heinrich Himmler: “Somos una empresa familiar puramente aria. Los propietarios son adeptos incondicionales a la doctrina racial. (…) El nombre de nuestra empresa y, en particular, el hecho de nuestra actitud contra el judaísmo, debe serle conocido por correspondencia anterior”.
Por su parte, Peter Harf, gerente de JAB y portavoz de los Reimann, confirmó la ignominia y declaró al rotativo que la familia planea donar 10 millones de euros a la organización que resulte más adecuada, tras enterarse del apoyo de sus antepasados al régimen nazi, de su antisemitismo declarado, y del uso por su empresa de trabajadores forzados para enriquecerse durante la guerra.
Finalmente, la familia informó, que se empezó a indagar en su pasado en la década de los 2000. En el 2014, cuatro descendientes encargaron a Paul Erker, historiador de la Universidad de Munich, una investigación exhaustiva. Erker está escribiendo un libro, que se hará público el año que viene.