El sueño americano de las mujeres migrantes.

 

 

En las últimas semanas México ha recibido miles de personas en situación de migración, casos tan famosos como el de las mujeres que se encuentran en nuestro país desde Afganistán, aunado a las más de 30,000 mil mujeres centroamericanas que se encuentran en transito en nuestro país para alcanzar el famoso “sueño americano”.

El sueño americano no es sólo para hombres, las mujeres ahora se encuentran también saliendo de sus países para comenzar sus proyectos de vida en Estados Unidos, lugar en el que buscan autonomía económica e independencia financiera.

La migración también esta cambiando, de acuerdo a la Encuesta sobre la Migración de la Frontera Sur 2017, el 58% de las mujeres en tránsito declararon ser solteras, en este sentido, la búsqueda del sueño americano dejo de lado el de ser acompañantes de sus parejas, ahora son ellas quienes deciden migrar para buscar mejores condiciones de vida, laborales, sociales etc.

Asimismo, el 18% de las mujeres en transito en nuestro país declararon ser el único sostén de su familia, estos datos, nos permiten observar que cada vez son las mujeres que se encuentran en búsqueda de generar recursos propios, quebrantando el estereotipo de género que las obliga a quedarse en sus países esperando que sus parejas envíen dinero para sus gastos y los de sus familiares.

Por otro lado, la búsqueda del sueño americano pone en riesgos diferentes a las mujeres que a los hombres, pues frecuentemente durante su tránsito en México son víctimas de trata, violaciones y esclavitud sexual, incluso parte de los preparativos para su migración es el uso de inyecciones anticonceptivas para evitar embarazos por agresiones sexuales, a diferencia de los hombres, que dentro de los riesgos que corren en su trayecto no se encuentran las agresiones sexuales.

No podemos dejar fuera las nuevas políticas de migración impuestas por el ex presidente Trump y que desafortunadamente no han sido retiradas por el nuevo gobierno de Joe Biden, que ha convertido a México en un país de destino y ya no de tránsito, de acuerdo con datos de la Encuesta sobre la Migración de la Frontera Sur 2017, el 54% de las mujeres en tránsito declararon que su país de destino era nuestro país.

En este sentido, México debe cambiar sus políticas públicas migratorias que anteriormente se centraban en convertirse en una ruta segura para el paso de migrantes hacia programas estatales de recepción, que puedan brindar el mejor proceso de recepción.

Recordemos que uno de los grandes objetivos de las personas migrantes es establecerse y acceder a un trabajo digno en el país de recepción, sin embargo, en México la normatividad para ello es demasiado compleja y deja pocas opciones para ellas y ellos para conseguir un empleo formal.

El sueño americano para las mujeres es contar con autonomía económica e independencia financiera, pero ahora se ha centrado en realizarlo en México, como se mencionó párrafos anteriores más de la mitad de ellas buscan residir en nuestro país.

Migrar no es ni debe ser un delito, mucho menos la búsqueda de la autonomía económica, las mujeres migrantes al igual que todas las mujeres tienen derecho a convertirse en lo que ellas quieran ser, en cumplir sus sueños, en encontrar independencia financiera y si no existen las condiciones idóneas en sus países de origen no podemos recriminarlas por hacer todo para lograrlo, incluso dejarlo todo.

Aprovecho este espacio para solidarizarme con todas las mujeres que se encuentran en tránsito en nuestro país, recordándoles que migrar no es un delito y que las y los mexicanos somos empáticos con ellas, porque también muchos de nuestros familiares han tenido que dejar todo en búsqueda del sueño americano.

 

06 de septiembre de 2021.

M.F. María del Carmen Salinas Flores.

Tesorera del Senado de la República.