Taibo II celebra la demanda de descargas de libros del FCE en plena pandemia
Ciudad de México. El Fondo de Cultura Económica (FCE) continúa obsequiando libros. Si bien debido a las medidas sanitarias implementadas por la Jornada Nacional de Sana Distancia están cerradas todas sus operaciones de calle (tianguis, tendidos, librerías, librobús recorriendo escuelas, visitas a normales), el portal de Internet y las redes sociales de la institución trabajan a tope en el fomento a la lectura.
Hasta este domingo, se habían descargado más de 521 mil libros del FCE de manera gratuita en todas sus modalidades: para lectura durante 48 horas, un mes o permanente, informó Paco Ignacio Taibo II, director de la editorial. La disponibilidad de títulos se hace siempre mediante un pacto con los autores, por supuesto, para “no quemar” algunas obras, añadió el escritor.
Los recientes 14 meses la gratuidad ha sido una de las estrategias fundamentales del fondo para incrementar y fortalecer lo que llaman la república de lectores. “Hemos demostrado de sobra que para quien no tenía acceso a la literatura por razones económicas el libro regalado le abre la puerta, y que cuando tiene chance de juntar unos centavitos, compra. No es contradictorio.
Incluso, cuando con el permiso de un autor soltamos un libro gratis, tiene un efecto a futuro de multiplicación de las ventas de ese mismo título.
Hace unos días, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), organismo especializado de la Organización de Naciones Unidas (ONU), advirtió que la gratuidad de los productos culturales (incluidos libros, películas o conciertos) se ha extendido con la pandemia, lo cual representaba un peligro para un sector ya frágil.
El director general de la OMPI, Francis Gurry, pidió prudencia para romper un derecho de autor y demostrar que hay una necesidad especial, pues la gratuidad tiene también el efecto de reducir los ingresos del sector y de los profesionales de la cultura.
Al respecto, Taibo II opina que “se equivoca la ONU, pues el mundo del libro no sólo tiene el componente autoral, sino uno central, que son los lectores y la intermediación, que son las editoriales.
“Pensar que la gratuidad per se es mala es un absurdo, es esa vieja mentalidad mercantil que dice que lo que no cuesta en dinero no tiene valor. No es cierto, es mentira.”
La librería virtual del FCE, detalló Taibo II, ha multiplicado por cinco lo que vendía habitualmente, si bien no se compara con las ventas que se hacían en calle (por ejemplo, en un tendido se obtenía en un día hasta un millón de pesos), en estos momentos es la ventana para miles de lectores.
En cuanto a las librerías físicas, el director del fondo señaló que ya se cumplió un primer protocolo de desinfección de los inmuebles; después, en cuanto podamos abrir, hay otro protocolo sobre cuántas personas pueden entrar, las distancias, y un tercer escenario será cuando podamos hacer actos públicos, lo cual no sabemos cuándo sucederá. Vamos con calma, todo tiene el delicado equilibro de no poner en riesgo a los lectores ni a los libreros.
Por eso, continuó, la librería virtual es en estos tiempos la columna vertebral de las operaciones del FCE, mediante la cual se seguirán regalando libros.