Restauran Museo Panteón de San Fernando
Ciudad de México.
El Museo Panteón de San Fernando, que es ícono del arte funenario del siglo XIX y alberga los restos figuras importantes de la época como Benito Juárez, Vicente Guerrero, Ignacio Comonfort y Francisco Zarco, es objeto de un proyecto de restauración, que comenzó intervenciones a mediados de enero y se estima concluya en abril.
Los trabajos que ha dado a conocer la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México abarcan la atención de los daños ocasionados por el sismo del 19 de septiembre de 2017, que incluyen fracturas y grietas estructurales en los muros, restitución de aplanados en mal estado y tratamiento de toda la viguería de madera afectada por la humedad.
Muros y viguería del Museo Panteón de San Fernando, construidos durante la primera mitad del siglo XIX, son intervenidos para lograr la consolidación estructural del recinto capitalino que este año cumplirá su XV aniversario, como parte de las acciones del Programa Nacional de Reconstrucción en la capital.
Entre ellos está la ruptura de un contrafuerte en la Parroquia contigua de San Fernando Rey, que está incluida en la lista de los 21 templos que integran el programa del Gobierno capitalino para revertir los daños estructurales que el sismo de 2017 produjo en recintos religiosos.
De acuerdo al arquitecto José Allard Contreras, Subdirector de Conservación, Regulación y Mantenimiento de Inmuebles de esta dependencia, el museo tuvo una primera intervención en 2019 para arreglar problemas por humedad causados por la filtración de agua que provocó daños en la madera, por lo que en esta segunda intervención, a cargo de los restauradores Fausto Olivares Beltrán y Xochiquétzal Rodríguez Horta, se trabajará en el primero y segundo patio, principalmente en la parte de acceso cerca de las oficinas.
Rodríguez Horta, integrante del equipo de expertos a cargo de la restauración, explicó que algunas piezas de la viguería se encuentran apolilladas, por lo que se remplazarán algunas secciones, se restituirá el aplanado en mal estado por la técnica original de cal y arena, además de coser grietas estructurales de muros fracturados, se señala en el comunicado.
“El edificio ganó, ya empezó a respirar un poco mejor. El reto es conservar la originalidad de la obra, lo que se busca es que la intervención sea lo suficientemente respetuosa como para preservarle la vida y conservar su originalidad”, comentó la restauradora.