Niños y adolescentes han recibido al menos un tipo de agresión según su edad: INE
Los resultados de la Consulta Infantil y Juvenil 2018 realizada por el Instituto Nacional Electoral (INE) en noviembre de 2018, revelan que la percepción sobre igualdad, trato diferenciado o violencia varía según la edad de los menores de edad, de manera que unos reportan haber recibido al menos una agresión en casa y otros en la escuela.
El 24.8% de los participantes del grupo de entre 6 y 9 años de edad, reportan al menos un tipo de agresión en la casa, mientras que, en el grupo de 10 a 13 años, este porcentaje es de 18.9%; en cambio, entre el grupo de 10 a 13 años, la agresión es más frecuente en la escuela (24.5%).
Respecto al trato igualitario que reciben en sus distintos ámbitos, los resultados de la Consulta destacan que, en general, las niñas y los niños de entre 6 y 13 años consideran que la familia tiende a hacer un trato diferenciado por género más que en la escuela, pues se atribuye a los niños ser valientes y la obediencia es una actitud propia de las niñas.
En cambio, las y los adolescentes perciben en la familia un trato algo más igualitario, ligeramente mayor al que dicen recibir en la escuela. En el caso de la responsabilidad, por ejemplo, quienes participaron perciben que maestras y maestros tienden a atribuirla a las mujeres, mientras que en el ámbito familiar prevalece el trato igualitario (61.4%). Lo mismo ocurre respecto a la percepción de quiénes trabajan mejor: el 59.4% de las y los adolescentes perciben trato igual en la escuela, un porcentaje que se eleva a 67.2% en el caso del entorno familiar.
En el grupo de participantes de 6 a 9 años, si bien son mayoritarias las percepciones de igualdad de trato, se distinguen algunos elementos importantes; por ejemplo, el porcentaje más alto de “a todas las personas por igual” es el de cuidado, aunque 20% percibe que maestras y maestros enfatizan el cuidado a las niñas, a quienes además califican como más obedientes.
Vale la pena mostrar las diferencias entre los grupos etarios al responder que maestras y maestros consideran inteligentes “por igual” a ambos sexos: 62.5% entre quienes tienen 6 a 9 años, percepción que aumenta en 14 puntos porcentuales más (76.7%) para el grupo de 10 a 13, y se reduce en ocho puntos porcentuales en las respuestas de las y los adolescentes (68.7%). De esta manera, parece que se percibe más el trato diferenciado de parte de maestras y maestros en los años previos a la adquisición de la ciudadanía.
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¿Qué se vale para las mujeres y qué se vale para los hombres?
En los tres grupos que fueron consultados (6 a 9, 10 a 13 y 14 a 17 años) se reportan diferencias entre lo que consideran que pueden o no pueden hacer las mujeres y los hombres por igual.
Es así, por ejemplo, entre el grupo de 6 a 9 años, tanto las niñas como los niños entrevistados consideran que las tareas domésticas pueden ser realizadas por cualquiera de los dos géneros, mientras que en el caso de habilidades como ser más inteligente o ser más fuerte, el 40.7% de las niñas dijo que no era algo exclusivo de un género, mientras que sólo el 32.7% de los niños lo considera así.
Un resultado similar arroja el grupo de entre 10 y 13 años, como se puede apreciar en las siguientes dos gráficas:
En el caso del grupo de más edad, el de 14 a 17, para identificar posibles estereotipos de género se planteó la pregunta “¿En quiénes son más aceptadas las siguientes conductas?”
Los resultados muestran que una proporción mayoritaria de adolescentes percibe que sólo en los hombres se ve como aceptable el salir de noche (53.6%), dormir fuera de casa (34.1%) y salir a la calle sin la autorización de un adulto (32%); en contraste con quienes perciben que estas conductas son aceptables tanto en hombres como en mujeres: alrededor de un tercio de las y los adolescentes así lo considera. Una minoría, que no rebasa 4% en cada una de las tres conductas consideradas, percibe que es aceptable que las mujeres las realicen.
Estos resultados sugieren que, en general, salir y estar fuera de casa se perciben entre los adolescentes como actividades más aceptables para hombres que para mujeres.
En cambio, en el caso de la pregunta sobre ¿Quién debe dirigir en el trabajo? destaca que es en el grupo de adolescentes donde se incrementa la respuesta de que ambos tienen la capacidad para hacerlo, a diferencia de los otros dos grupos, donde hay porcentajes significativos que consideran que deben ser los hombres: