COVID-19 evidencia la necesidad de garantizar el abasto de agua: expertos
México (Notimex).- La pandemia por COVID-19 ha evidenciado la necesidad de un transición hídrica con responsabilidad intergeneracional, en la que se pueda garantizar el abasto en condiciones de equidad y justicia, coincidieron expertos en el tema durante la jornada de Diálogos Ambientales en Sana Distancia de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Durante la videoconferencia “La transición Hídrica: Agua y Océanos en la contingencia y después de la pandemia”, el director general del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), Adrián Pedrozo Acuña, consideró que la pandemia por COVID-19 es resultado de la presión que se ha ejercido sobre el planeta y la consideró una oportunidad para replantear un cambio de dirección en la gestión de recursos, entre ellos, el agua.
El funcionario explicó que a nivel mundial se ha dado un incremento de la demanda del agua, que se agrava por los efectos del cambio climático sobre el ciclo hidrológico, y favorece su distribución inequitativa, a lo que se suma la mala calidad que vulnera a la población y tiene efectos sobre la salud humana.
Pedrozo Acuña explicó que el agua es salud, bienestar y productividad económica, pero siempre ha sido visto como un recurso para ser dominado técnicamente, sin considerar dimensiones sociales de equidad y justicia.
Para que el agua sea considerado un motor de desarrollo económico, indicó, es necesario impulsar un cambio en el que se dé prioridad a la equidad entre personas y donde las decisiones sean tomadas con responsabilidad intergeneracional, “las decisiones de hoy van a tener impacto sobre el mañana, más vale que la tomemos con mucho cuidados, es la vida de nuestros hijos y nietos la que estamos poniendo en juego”.
Destacó que el IMTA busca reconstruir la confianza entre el gobierno, a sociedad y la industria, y generar decisiones con base en evidencia científica, por lo que se ha dado a la tarea de monitorear el agua con la que se cuenta y medir también su calidad a fin de poner esta información a disposición del público en general.
A la par, añadió, se planea construir una visión prospectiva y transversal, mediante líneas de investigación enfocadas a la toxicología acuática que resuelvan los problemas actuales, pero también los que se visualizan en el futuro, por ejemplo, el impacto en la salud de los microplásticos.
Pedrozo aseguró que la actual administración del IMTA trabaja en la reincorporación, reconfiguración y fortalecimiento de la gobernanza del agua con el objetivo de abrir paso a la reflexión sobre los derechos humanos y la participación ciudadana en los temas hídricos.
Asimismo, añadió que el Instituto, en coordinación con la Semarnat, elabora una metodología interinstitucional para atacar problemas puntuales, como la restauración del río Tula, en Hidalgo, en donde se pretende optimizar el tiempo de saneamiento del cuerpo de agua y se capacita a los actores sociales para que cuiden el recurso.
Además, destacó que la dependencia también trabaja con el Conacyt, para fortalecer los sistemas comunitarios de agua, a través de un modelo organizativo, participativo y de planeación mediante un programa nacional estratégico.
El titular del IMTA, adelantó que estos conocimientos serán incorporados para generar una ley modelo de sistemas de agua y saneamiento para América Latina y el Caribe, que dará a México liderazgo en el tema.
A su vez, José Antonio Barrios Pérez, jefe de la oficina de la Dirección General de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), coincidió en que la aparición del COVID-19 reveló la necesidad de garantizar el suministro y manejo eficiente de este recurso bajo las normas de sanidad e higiene que permitan hacer frente a esta y otras crisis, ya sea en materia de salud o climática.
Al respecto, señaló que el confinamiento y las medidas de sana distancia suscitaron un incremento de hasta 30 por ciento en la demanda de agua debido pues la población se encuentra en casa y se lava las manos con más frecuencia, debido a que la limpieza supera a la desinfección con cloro o alcohol como técnica para prevenir la enfermedad, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
Para hacer frente a la demanda, apuntó, la Conagua concentró sus esfuerzos en el suministro de agua segura en comunidades y hospitales, en colaboración con gobiernos locales y organismos operadores.
Sin embargo, indicó, este evento permitió descubrir que México no cuenta con planes de emergencia para su abasto en sitios críticos, y que además presenta una baja planeación urbana para distribuir el líquido en zonas alejadas, a lo que se suma una reducida resiliencia de los organismos operadores, por lo que llamó a consolidar los Programas Hídricos Regionales, a partir del Programa Nacional Hídrico 2020-2024 para revertir estas deficiencias.
Barrios Pérez consideró que se trata de una cuestión apremiante, pues la pandemia ha permitido discernir que las crisis se agudicen en el futuro debido a las contingencias de salud y a los efectos del cambio climático.
En su oportunidad, Salomón Díaz Mondragón, director general de Ordenamiento Ecológico, aseveró que uno de los retos para el Gobierno de México es gestar un manejo integral de todas las políticas e instrumentos de planeación con el objetivo de lograr una transición hacia mares y costas saludables.
El especialista resaltó la importancia de los mares y las costas, pues son sustento de vida y aportan incalculables beneficios a la humanidad, entre los que destacó que producen la mitad de oxígeno que los respiramos, absorben hasta el 25 por ciento del Dióxido de Carbono (CO2) que emitimos y capturan el 90 por ciento del calor antropogénico.
Pese a ello, señaló, estos ecosistemas enfrentan grandes amenazas como son las especies invasoras, erosión de playas, basura marina de plásticos y microplásticos, blanqueamiento de corales, así como la presencia de sargazo.
Aunque consideró que hay mucho que hacer al respecto, como una ley general específica para el manejo integral de costas, pendiente desde 2015, expresó que existen avances en la materia como la creación de la Comisión Intersecretarial para Mares y Costas, así como los ordenamientos ecológicos marinos publicados por la Semarnat.