Avión presidencial regresará a México para ser subastado junto a otras aeronaves
Ciudad de México.- El presidente Andrés Manuel López Obrador aclaró que el avión presidencial se envió a California ya que es donde recibe mantenimiento y donde generalmente se venden este tipo de aviones.
El gobierno federal confirmó que el avión presidencial regresará a México en los próximos días, luego de permanecer varado un año en Victorville, California, donde recibía mantenimiento.
Durante la conferencia de prensa esta mañana en Palacio Nacional, Jorge Mendoza Sánchez, director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), recordó que con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el gobierno mexicano puso a la venta internacional el avión presidencial TP01, y se identificaron 42 potenciales compradores; 12 de ellos manifestaron interés en adquirirlo, pero sólo seis presentaron oferta, dos de ellos por encima de avalúo.
Sin embargo, reconoció el funcionario, ninguna de las posturas ha prosperado hasta ahora, por lo que el avión regresará a México en los próximos días. La Secretaría de la Defensa Nacional será la encargada del mantenimiento, y la aeronave será depositada en el antiguo hangar presidencial.
Jorge Mendoza indicó que en una primera etapa de la subasta se ofertarán 28 unidades, que contemplan diversas aeronaves que eran usadas en dependencias como la Conagua, Pemex o la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
“Serán adjudicaciones asignadas a quien presente la oferta más alta, el proceso se dividirá en dos fases, la primera arranca hoy en que se abre la convocatoria y el registro de interesado que concluye el 31 de enero; la segunda fase inicia el 19 de febrero en donde se invitará a los interesados por parte de las autoridades y el 27 se dará a conocer el fallo”, afirmó el director de Banobras.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que ofreció al gobierno de Estados Unidos adquirir el avión y pagar en especie con ambulancias, laboratorios, tomógrafos y equipos de rayos X, aunque aún no hay respuesta de la administración estadounidense.
El Primer Mandatario expuso que, a su regreso a México, el gobierno federal tendrá tres opciones de destino para el avión: su exhibición al público; continuar la venta a uno o hasta 12 compradores mediante acciones, o bien la renta del mismo.
El presidente López Obrador mencionó que ya hace gestiones con empresarios para que puedan adquirir el avión para sus empleados. Hizo un llamado para que se pueda adquirir, pues expresó que se mantiene en su postura de no utilizarlo.
El Presidente argumentó que el Boeing 787 “José María Morelos y Pavón”, está diseñado para volar más de cinco horas continúas, y en México sólo podría hacerlo a Tijuana, Baja California. Boeing 787 El Presidente argumentó que el Boeing 787 “José María Morelos y Pavón”, está diseñado para volar más de cinco horas continúas, y en México sólo podría hacerlo a Tijuana, Baja California.
El Primer Mandatario admitió que entre más tiempo se lleve la venta del avión presidencial y otras aeronaves, el gobierno eroga más en mantenimiento. Informó que el último avalúo del avión es de 130 millones de dólares.
El director de Banobras, Jorge Mendoza Sánchez, indicó que ese banco compró en 2012 el avión presidencial, y lo arrendó al gobierno federal a través de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Hacienda. El costo de la operación fue de 218 millones de dólares.
Indicó que al cierre del 2019 se habían gastado 1,833 millones de pesos y todavía existe un remante de pago de 2,700 millones de pesos. Indicó que, si se vende al valor de avalúo, es suficiente para pagar la deuda con Banobras, y habría un remanente de 2,274 millones de pesos de remanente.
Durante la conferencia se informó que el gobierno mexicano paga 4,000 dólares cada siete días para el mantenimiento de avión presidencial, y hasta ahora se han pagado 13 millones de pesos en preservación y 15 millones de pesos en mantenimiento.
El presidente López Obrador indicó que el avión regresará al país una vez que reciba un último mantenimiento para retomar el vuelo tras un año de permanecer varado.