17 de noviembre: Día Mundial del Niño Prematuro
Zacatecas.- Desde hace 10 años, cada 17 de noviembre se celebra el Día Mundial del Niño Prematuro; una fecha especial para rendir homenaje a estos pequeños bebés luchadores.
El objetivo es recordar los problemas de salud de este tipo de bebés, que nacen antes de las 37 semanas de gestación, es una oportunidad para concienciar sobre los desafíos y la carga que representan el nacimiento prematuro en todo el mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que cada año nacen unos 15 millones de niños prematuros (antes de que se cumplan las 37 semanas de gestación) y esa cifra está aumentando.
Las complicaciones relacionadas con la prematuridad, principal causa de defunción en los niños menores de cinco años, provocaron en 2015 cerca de un millón de muertes. Tres cuartas partes de esas muertes podrían evitarse con intervenciones oportunas, eficaces y poco onerosas.
Se considera que un bebé es prematuro cuando nace antes de la semana 37 de gestación. A su vez, los prematuros se dividen en subgrupos según el momento de su nacimiento.
Prematuros tardíos: nacen entre la semana 33 y 36
Grandes prematuros: nacen entre la semana 28 y 32
Extremadamente prematuros: nacen antes de la semana 28
Con el aumento de la prematuridad, han surgido métodos más humanizados para el cuidado y tratamiento de los bebés prematuros, como es el Método Canguro.
Sus beneficios se han extendido a las maternidades de todo el mundo y cada vez son más las que adoptan este método tan positivo para la recuperación del recién nacido.
Con el Método Canguro se pretende reproducir lo más cercano posible lo que viviría el bebé si todavía estuviese dentro del vientre de su madre.
Se basa principalmente en el contacto piel con piel del bebé con la madre y cada vez más, también con el padre, a quien se hace partícipe de la recuperación de su bebé.
Entre otras cosas, se ha demostrado que ayuda mejor al prematuro a soportar el dolor de las intervenciones médicas, a regular su temperatura corporal y frecuencia respiratoria, favorece la lactancia materna y promueve el vínculo entre la madre y el padre y su bebé.